El diputado nacional (mandato cumplido) José Alberto Roselli cuando ingresó a la Honorable Cámara de Diputados de la Nación el personal de seguridad no le permitió la entrada y le dijeron que por ese lugar sólo ingresaban los legisladores. El venía de trabajar de obrero en una empresa metalúrgica, con su bicicleta, chomba, cabello oscuro y enrulado: presencia de un hombre trabajador. Sin saco, corbata, zapatos lustrados.Cuando Roselli terminó su mandato volvió a su labor en la empresa donde había sido obrero. No lo dejaron entrar invocando abandono de trabajo.
Reseñas de un ciudadano a quien no le creían que era diputado nacional. Todo: por su aspecto sencillo y común. Las peripecias en esta nota efectuada en el Congreso de la Nación de la República Argentina.
(Duración aproximada: nueve minutos catorce segundos)
1 comentario:
Eduardo Di Lorenzo Udaeta escribió:
a las 19:02
Disculpad lector, pero lo que sigue no es intemperancia necedad ni falsía, sino, apenas testimonio trágico de legítima indignación ciudadana...
Valga mi recuerdo indeleble entonces, del inefable Roselli y su molicie amoraloide, su desprecio y ningunéo escenificado en el ámbito del despacho del entonces Diputado Zamora. El cínico José Alberto Roselli navegaba en aquellos días lejanos, el proceloso mar de su malhadado asesoramiento en la legislación eternamente abortada sobre Mobbing Laboral y Violencia Institucional... Pero claro, en el sumario que hice presente a Roselli, quedaba escrachado el ignominioso Marcos Britos, delegado ante la Comision Gremial Interna de Rectorado por la Dirección de Salud de la UBA.
Personajes ambos, según mi existencial experiencia, objetivamente psicópatas y representantes de una "Política” que afuer de idealizada, pero huérfana de verguenza y honestidad Intelelectual, deviene siniestra y autoritaria
www.dilo.ws
Publicar un comentario