Legisladora joven cuya voz pone incómodo a... muchos. Muchos. No por su timbre. Por las fundamentaciones que acentúa en el recinto de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación a la hora de hablar de genocidas, asesinos, cómplices y encubridores, entre otros; por su causa, que defiende sin titubeos. En el recinto el silencio se escucha con fuerza cuando el micrófono de su banca está encendido: con su color rojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario